Preparaciones para la Navidad

Han pasado tres meses desde que llegué al monasterio. Me estoy convirtiendo en una experta limpiadora de ventanas. Y estoy empezando a disfrutar el canto, algunos días me sorprendo tarareando un himno.

Recuerdo como era el tiempo de preparación para la Navidad en México, y recuerdo que solía tener una preparación comunitaria. En nuestro barrio empieza las preparaciones el cuatro de diciembre con la Novena a la Virgen de Guadalupe. Todos los vecinos rezan rosario en comunidad cada noche en una casa diferente. Después del rosario todos disfrutan de una taza de café, té o atole, con galletas o pan dulce. Durante estos nueve días cada calle acoge una misa en su calle. Las personas decoran la entrada de su puerta para indicar que quieren que el sacerdote se detenga y bendiga su casa y su familia después de la misa. Cada familia permanece reunida en la puerta esperando al sacerdote y la procesión de las personas que asistieron a misa. Ese día se disfruta de algo más que café y galletas, se cena tamales y atole! Además el 8 de diciembre, se celebra la inmaculada concepción de María. Es fácil notar el ambiente festivo en el barrio, se pueden escuchar las campanas de la iglesia y los fuegos artificiales muy temprano por la mañana. Todo mundo participa de una gran preparación.

PAZ CELEBRANDO NAVIDAD 2014 CON SU SOBRINA, LA MÁS PEQUEÑA

Después hay tres días de descanso hasta el 16 de diciembre cuando inicia la primera posada. Las “posadas” es una celebración de nueve días. Se conmemoran los nueve meses que María llevó al niño Jesús en su vientre. Hay nueve vecinos en cada calle que ofrecen voluntariamente sus casas para celebrar las posadas. Los anfitriones ofrecen ponche caliente de frutas de la temporada, y algo de comida para los adultos, los niños por lo general son felices sólo con sus aguinaldos, que es una pequeña bolsa llena de dulces de Navidad, como colaciones y alfajores. Todos esperan la procesión de María y José llevando una pequeña vela de colores orando y cantando de una casa a otra, hasta llegar a la casa elegida. Allí, el anfitrión recibe a la gente cantando “entren santos peregrinos”. A continuación, los niños reciben sus aguinaldos, los adultos comen y bailan. Finalmente, toca el turno a las piñatas. Ahora todo el mundo, niños y adultos, disfrutan cantando, rompiendo las piñatas y capturando la fruta y los dulces una vez que la piñata se rompe. Siempre hay frutas y dulces extra para los niños que no tuvieron suerte atrapando fruta.

PAZ (LINEA DE ENMEDIO, IZQUIERDA) CON SUS PADRES, HERMANOS, HERMANAS Y SOBRINAS, NAVIDAD 2014.

Esto es lo mismo durante ocho noches, pero en la víspera de Navidad todo es más festivo, todas las familias reciben visitas, y los niños se conocen entre sí ya que juegan cada periodo de vacaciones. Esa noche hay piñatas en casi cada casa. Los niños pueden quedarse fuera muy tarde. A la mañana siguiente, la mañana de Navidad todo es tranquilo, pero al mediodía los familiares que por alguna razón no puede hacerlo el día anterior llegan al recalentado. Y de nuevo la fiesta comienza.

Aquí en el monasterio, los preparativos de Adviento son mucho más solemnes. También es una preparación comunitaria aunque las canciones no son tan festivas y populares, en comparación con las Posadas. Aquí la preparación es más espiritual, más profunda. Pienso que es una preparación menos pasajera o transitoria. Espero poder transmitir algo de esta espiritualidad a mi familia. Estoy pensando en mis vacaciones en Los Ángeles, voy a celebrar la víspera de Navidad con mi familia; ahí todo se parece un poco más a México. Espero pasar una cálida Navidad sin nieve, tal vez, sólo alguno de nieve artificial en las ventanas. Después de todo voy a cargar baterías para volver a la Tundra de Madison con más energia.

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Leer más de Paz en su serie del blog, Pequeñas notas de un viaje a la pradera.