Tequio, o devolver agradeciendo al estilo mexicano

¿Alguna vez te has preguntado acerca de tus dones? ¿Qué es un don? ¿Tienes dones? ¿Qué tipo de dones o cuántos dones tienes? Y si alguna vez te has hecho estas preguntas (todos tenemos dones), ¿has utilizado tus dones adecuadamente, generosamente? En las comunidades indígenas de México, todos conocen sus dones y los utilizan para el bienestar de toda la comunidad. Las personas de estos pueblos ancestrales llaman a esta acción tequio. Ellos consideran que todo lo que somos, o tenemos en la actualidad es gracias a la determinación de nuestros antepasados, que planificaron y construyeron su ciudad, escuelas, edificios gubernamentales, iglesias, mercados y todo lo que tiene uso comunal en la ciudad. Gracias al legado de nuestros antepasados, no necesitamos empezar de cero, sino que seguir construyendo y creciendo cada vez más. Ese fue el regalo de nuestros abuelos para nosotros y las futuras generaciones por venir. Con el tequio las personas agradecen o devuelven reconociendo los esfuerzos de sus antepasados y también de esta su manera contribuyen al crecimiento de las generaciones futuras. Esta es una manera de apoyar o echarse la mano unos a otros.

Cada año, el consejo de ancianos se reúne y decide en conjunto lo que la comunidad necesita, lo que pueden hacer en ese determinado año con el fin de seguir creciendo como comunidad, para hacer la vida más llevadera o simplemente para aumentar la belleza de la ciudad. Después la gente se organiza y todo el mundo contribuye en función de sus propios dones. Si alguien tiene experiencia o conocimiento en la construcción, ofrece su experiencia y dirige un grupo para llevar a cabo el proyecto. Si alguien es bueno siguiendo instrucciones, se convierte en un ayudante. Un cocinero o cocinera entusiasta puede ofrecer el alimento para los trabajadores. Si alguien tiene un camión lo ofrece así como sus habilidades de conductor. Los ricos de la comunidad pueden ofrecer dinero para comprar el material necesario o para pagar a alguien para hacer el trabajo especializado. Una vez al año, todos contribuyen por una semana ofreciendo sus dones para la prosperidad de todos. Es algo así como “Acción de Gracias” a la mexicana, la gente no tiene una cena con pavo o la familia visitando, pero tienen comida, la música, compañía y una gran cantidad de trabajo con significado. Tequio significa trabajo con significado.

Aquí en el monasterio también realizamos una gran cantidad de trabajo con significado: ofrecemos hospitalidad a todos los que vienen a nuestras puertas, justicia y cuidado de la tierra se entretejen en una forma de vida compartida.

Sojourners Paz Vital (izquierda) y Denise West (derecha) muestran los regalos que recibieron de un amigo, regalo que además simboliza la diversidad de sus propios dones.

Denise y yo tenemos una clase con la hermana Lynne sobre nuestros dones. Al principio fue un poco difícil para mí pensar en mis dones. ¿Cuáles son mis dones? ¿Qué puedo ofrecer a esta comunidad? experiencia científica en un monasterio no es lo más útil. Pero luego recordé que tengo algo que sólo yo tengo y que puedo ofrecer a esta comunidad. Es el don de la diversidad. Hablo otro idioma; Por lo tanto, tengo una visión del mundo diferente. Tengo diferentes lentes culturales para ver el mundo. Además, he venido de un país pobre, así que además tengo el punto de vista de los desfavorecidos. Lo que podría ser una desventaja es mi don. Por este medio les ofrezco una ventana para ver el mundo a través de mis ojos. Este es mi tequio para comunidad del monasterio.

También creo que este es un buen ejercicio de Cuaresma, tomar tiempo para pensar acerca de nuestros dones y ofrecerlos para el bienestar de la comunidad. Sin pensar en este ofrecimiento como sí estamos llevando una pesada cruz que no es nuestra, si no que, al igual que Simón de Cirene ofreciendo descanso y sosiego al Jesús que está en frente de nosotros.

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Leer más de Paz en su serie del blog, Pequeñas notas de un viaje a la pradera.